Los Detectives Privados desempeñamos los trabajos de investigación por encargo, siendo indispensable que aquella persona o empresa que contrate nuestros servicios, tenga un interés legítimo en el hecho o persona a investigar. Por poner un ejemplo, no es posible seguir a una persona o investigar a una empresa, por simple curiosidad nuestra. Ha de haber una causa legal o personal, que ampare esa investigación privada.
Si que podríamos seguir a un trabajador de una empresa, para controlar su rendimiento laboral a través de los servicios de control de comerciales, visitadores médicos, repartidores, conductores profesionales en ruta, taxistas por cuenta ajena, camareros, cuadrillas de obra. También podemos llevar a cabo el seguimiento de una baja tal vez fingida, alargamiento de una lesión o dolor crónico, fingimiento de un siniestro, duplicidad de trabajo para la competencia, hurtos en naves de reparto y distribución, etc…
Los particulares requieren los servicios de un investigador privado para otros muchos temas, como por ejemplo informes previos de futuros inquilinos con los que, por un coste reducido, se evita tantos problemas al descubrir que estamos a punto de arrendar nuestro piso a un moroso profesional. El control de hijos en edad adolescente, es otro servicio demandado a nuestra agencia de detectives privados con la finalidad de coger a tiempo posibles desvíos de conducta, malas compañías, absentismo escolar, consumo de alcohol, drogas, etc…
Entre los servicios orientados a la pareja, encontramos las investigaciones privadas de posibles infidelidades de pareja o los informes prematrimoniales, con los que se puede evitar un error que acarree posteriores problemas. Así mismo, controlamos la posible mala atención de los hijos/as, en los períodos de visita de los padres-madres separados o la posible reanudación de la actividad laboral de una de las partes, con lo que supone de modificación de las medidas pactadas en el divorcio.